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Qué es el Drenaje Linfático?

 

 

Es una técnica manual que fue creada por el doctor danés Emil Vodder (1896-1986),

quién visualizó que el sistema linfático tenía una función muy importante en la recuperación de patologías que afectaban a los ganglios y en la formación de anitcuerpos, y contradijo la creencia hasta entonces establecida que los ganglios inflamados no se podían tocar.

 

Fue desarrollando su método en los años 30, y se comprobó que sus efectos se ampliaban, estableciéndose como una técnica ideal para la retención de los líquidos (edemas). Conjuntamente con el doctor alemán Günther Wittlinger, abrieron una clínica en Austria especializada en el Drenaje Linfático, y dieron a conocer la técnica en todo el mundo.

 

El Drenaje Linfático consiste simplemente a empujar el líquido linfático, la linfa, por medio de manipulaciones lentas y con muy poca presión, para conducirlo a las vías linfáticas. El sistema linfático es paralelo al sistema circulatorio, y estos se unen en el espacio intersticial, el espacio donde las arterias se encuentran con las venas y hay el intercambio de líquidos para alimentar a las células. Los residuos del catabolismo celular son recogidos por las venas, pero un 10% de estos residuos son absorbidos por el sistema linfático, el cual devuelve el líquido a las venas a través de la red linfática.

 

El Drenaje Linfático es indicado para:

 

 

· cuando hay un edema, es decir, una retención de líquidos, como es el caso de una mala circulación, de un traumatismo (fractura, luxación, rotura de fibras musculares,..), de un esguince, de un hematoma, de artrosis, después de una operación quirúrgica, etc.

 

· para cualquier tipo de inflamación, tanto sea osteoarticular, como de las vías respiratorias, puesto que el sistema linfático recoge el líquido del tejido vascularizado que ocasiona el abultamiento.

· se puede practicar en aspectos más estéticos cómo es la celulitis, el acné, eccemas, quemaduras o cicatrices, porque el sistema linfático recoge las células adiposas y toxinas del tejido, y mejora la calidad de la piel favoreciendo su nutrición.

· en el estreñimiento, porque las maniobras ayudan a facilitar el tránsito intestinal.

· en casos de estrés también es muy adecuado, puesto que las manipulaciones son lentas y pausadas, y favorece que el sistema nervioso simpático se desactive y se entre en una relajación profunda.

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